Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III
90 La Guerra de la Reconquista Domingo facilitó el éxito militar por parte de las huestes reconquistadoras. Amplios sectores de corte popular, guiados por las élites locales, apoyaron con fuerza el rechazo a los franceses. La Reconquista puede interpretarse des- de un enfoque regional, como una reacción del interior contra la capital, don- GH VH FRQFHQWUDURQ OD UHDFWLYDFLyQ HFRQyPLFD \ ORV JUDQGHV EHQHÀFLDULRV GHO régimen francés. España era ciertamente una perspectiva más tranquilizadora para muchos sectores de color, libertos y esclavos. La España a la que volvía Santo Domingo seguía siendo esclavista y colonial; pero sin la agresiva políti- ca del emperador Napoleón de reesclavización y de impulso de la plantación. El país volvió al dominio español y con él a algunas formas y normas de antaño. Pero nada fue igual. España tampoco era la misma, la experiencia jun- WLVWD VHQWy XQ SUHFHGHQWH TXH LQÁX\y HQ HO HVWDEOHFLPLHQWR GH OD &RQVWLWXFLyQ de Cádiz en 1812 y en los procesos independentistas americanos. La Real Audiencia, que durante tres siglos había tenido su asiento en Santo Domingo, se había trasladado a Cuba después que se produjo la cesión a Francia en 1795. Con la Reconquista, Santo Domingo quedó bajo la autoridad de Cuba, formando parte del distrito jurisdiccional de Puerto Príncipe. 161 La situación de guerra y el cerco provocaron el consumo del ganado dis- ponible, así como el abandono de las labranzas y haciendas. La Reconquista QR VROR FRVWy VDFULÀFLRV D ODV WURSDV VLQR WDPELpQ UHFXUVRV /DV D\XGDV UHFL - bidas no fueron gratuitas y fueron pagadas, en dinero o en especie, madera o esclavos, 162 al tiempo que dieron lugar a acuerdos políticos y comerciales. La reconquistada Santo Domingo estaba endeudada, pues tenía que pagar importantes indemnizaciones a Inglaterra y Puerto Rico. Santo Domingo pasó a depender del dinero enviado desde México, pero el situado brilló por su ausencia, estrangulando el gobierno colonial. El descontento se propagó en amplios sectores. El 30 de abril de 1810 Juan Sánchez Ramírez fue elevado a la categoría de brigadier de los Reales Ejércitos y nombrado gobernador y capitán general de Santo Domingo. 163 Por primera y única vez un criollo dominicano asumió la máxima autoridad en Santo Domingo. Pero sobre todo, un movimiento interno había gestado un liderazgo propio, con un líder que tuvo que ser reconocido por la corona española. En su nombramiento el rey Fernando VII expresó: mis paternales sentimientos de amor y gratitud debidos al celo, va- lor y lealtad de vos, el brigadier de mis Reales Ejércitos, don Juan 6iQFKH] 5DPtUH] \ D ORV ÀGHOtVLPRV QDWXUDOHV GH PL LVOD (VSDxROD de Santo Domingo, han ocupado constantemente mi Real atención con el objeto de proporcionar a aquellos beneméritos y generosos
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