Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III

82 La Guerra de la Reconquista VXV yUGHQHV \ OH HQYLy XQDV LQVWUXFFLRQHV HQ ODV TXH OH FRQÀULy HO JUDGR GH segundo comandante y rango de teniente coronel. 123 Sin aún haber recibido estas comunicaciones, Sánchez Ramírez escribió de inmediato a Montes para LQIRUPDU \ MXVWLÀFDU OR RFXUULGR HQ %RQGLOOR &RQVLGHUy VX GHVLJQDFLyQ XQD QHFHVLGDG GHELGR D ©ODV LQWULJDV GH DOJXQRV VXMHWRV FRQ VLQLHVWURV ÀQHVª \ el riesgo que representaba que el caudillo no se encontrara «investido de la autoridad necesaria». 124 En la carta del recién designado gobernador político y militar interino de Santo Domingo, este se aseguró de dejar en claro su sub- RUGLQDFLyQ D 0RQWHV DO GDUOH WUDWDPLHQWR GH ©YHQHUDGR VHxRUª \ ÀQDOL]DU VX mensaje con «Yo siempre quedo a las órdenes de usted, como anteriormente OH WHQJR VLJQLÀFDGR GHVHRVR GH ODV RFDVLRQHV HQ TXH PDQLIHVWDUOH PL VXPL - sión». 125 /DV yUGHQHV HQYLDGDV GHVGH 3XHUWR 5LFR FXDQGR ÀQDOPHQWH OOHJDURQ a su destino, encontraron en Santo Domingo una situación irreversible. Aun así, le tomó casi dos meses a Montes reconocer formalmente lo decidido en la Junta, cosa que hizo el 5 de febrero de 1809. 126 Algunos han catalogado Bondillo como «el primer parlamento o asamblea constituyente en la historia dominicana». 127 Sin duda alguna hubo allí una re- presentación de los principales poblados de la colonia y una acción autónoma de empoderamiento local. Según Sánchez Ramírez, para la constitución de la Junta se llamó «a un individuo de cada pueblo de todos los de toda esta Parte Española que se hallan en el Ejército, y que cada uno fuese elegido por el nú- mero de vecinos de los que han concurrido de cada pueblo a esta reunión». 128 Observando su composición era notoria la presencia militar. Solamente los re- SUHVHQWDQWHV GH 1HLED \ $]XD ÀJXUDQ FRPR KDELWDQWHV (VWDV HUDQ MXVWDPHQWH ODV ]RQDV GH LQÁXHQFLD GH &LULDFR 5DPtUH] \ &ULVWyEDO +XEHU ÀJXUDV DXVHQWHV de la Junta, por lo que se interpreta que eran ellos, y quizás solamente ellos, los TXH SRGtDQ ÀJXUDU FRPR UHSUHVHQWDQWHV PLOLWDUHV GH GLFKDV ORFDOLGDGHV 3RU lo que, más que asamblea constituyente, se podría hablar de una junta militar. Pero, sin duda alguna, fue un real espacio de autodeterminación, constituyen- do un evento inédito en la historia de Santo Domingo. Como Ciriaco Ramírez y su grupo no participaron de la Junta, a su llega- da encontraron el hecho consumado. «Sánchez, más sagaz que su competidor, había llegado mucho antes a la reunión de Bondillo a despojarlo de sus pre- tensiones». 129 Y efectivamente, los resultados de Bondillo llevaron a Ramírez a retirarse a su hogar temporalmente argumentando problemas de salud. Las WHQVLRQHV HQWUH DPERV FDXGLOORV QR FHVDURQ DKt IDOWDQGR XQ PHV SDUD ÀQD - lizar el sitio Ciriaco Ramírez fue acusado de cometer excesos en los pueblos del Sur y provocar la muerte del comandante Casillas. Fue enviado preso a Puerto Rico, donde fue juzgado y liberado, retornando a Santo Domingo el

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