Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III

76 La Guerra de la Reconquista Fue justo antes del inicio del combate cuando Sánchez Ramírez hizo una DUHQJD \D FpOHEUH KLVWRULRJUiÀFDPHQWH 86 «Pena de la vida al que volviere la cara atrás; pena de la vida al tambor que tocare retirada; y pena de la vida al RÀFLDO TXH OR PDQGDUH DXQTXH VHD \R PLVPRª 87 En su descripción a la Junta Central española del 28 de noviembre de 1808 Toribio Montes presentó una frase menos articulada pero en esencia la misma. 88 Señaló que ya Sánchez Ramírez había hecho su discurso cuando se oyó al general Ferrand ofrecer cien pesos para quien tomase la bandera española. En su 'LDULR , aunque no habla de este hecho, Sánchez Ramírez confesó que «recelaba» que entre sus subalternos se produjera un acto de cobardía o traición. 89 El cambio de bando de Tomás Ramírez, el tercero de esta historia, que tanto peso tiene en el relato francés, no fue referido por el 'LDULR de Sánchez Ramírez. Utrera matizó el KHFKR \ FRQVLGHUy HVWD DVHYHUDFLyQ FRPR XQD ÀFFLyQ GH ORV IUDQFHVHV +DEOy más bien de que las tropas españolas dirigidas por Ramírez «se apartaron del combate» y acusó a Sánchez Ramírez de no querer reconocer acciones como estas porque minimizaban su liderazgo. 90 La traición de Tomás Ramírez fue descrita por Lemonnier-Delafosse así: Ramírez dejó a Ferrand, se dirigió a su gente y un grito repercutió HQ ORV DLUHV £$ PXHUWH &DUJDURQ SHUR IXH VREUH QXHVWUD LQIDQWHUtD OD TXH HQWRQFHV DWDFDGD SRU OD HVSDOGD SRU ORV ÁDQFRV \ UHFLELHQGR también fuego de frente se encontró envuelta por los cuatro lados, sin poder hacer la menor maniobra para escapar de semejante traición. 91 3DUHFH GH FRQVHQVR TXH OD %DWDOOD GH 3DOR +LQFDGR VH GHÀQLy D IDYRU GH las fuerzas criollas rápidamente. García relató que tomó minutos para que se convirtiera en un «campo de muerte y desolación». 92 Del Monte y Tejada des- cribió el triunfo español así: «pero apenas la columna acababa de desplegarse para poner en línea de batalla, rompieron los dominicanos un fuego horroroso TXH GHVRUGHQy ODV ÀODV \ FDUJDQGR ORV MLQHWHV SRU ORV ÁDQFRV IXHURQ GHVED - ratados». 93 Su relato sugiere el uso de armas de fuego y contradice la tesis de la lluvia y la humedad que inutilizó las armas españolas. Por cualquiera de los motivos argumentados —ubicación estratégica, cantidad de tropas criollas, descuido por la parte contraria, efectos climatológicos— la realidad fue que prontamente se hizo evidente el descalabro de las fuerzas francesas: entre siete y ocho minutos ya teníamos por nuestro el campo de batalla lleno de cadáveres franceses, sin otra pérdida por nuestra parte que la de siete hombres, comprehendidos los dos capitanes

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