Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III

74 La Guerra de la Reconquista P ALO H INCADO , EL MOMENTO DEFINITORIO ©3HGLUp D &OtR FRQ DUGLHQWH DQKHOR que, embocando su trompa, los campeones FDQWH GH 3DOR KLQFDGR \ VXV DFFLRQHVª 76 La Batalla de Palo Hincado, el 7 de noviembre de 1808, fue el enfren- tamiento determinante de la Reconquista. La clave del resonante éxito de las tropas nativas ha tenido diversas interpretaciones. Para Utrera la razón del triunfo no se encontraba en la capacidad de estratega militar de Sánchez Ramírez, ni en las armas a disposición de los españoles, sino más bien en un evento fortuito: la lluvia de la noche anterior que había mojado la pólvora e inutilizado los fusiles. Esto hizo que la batalla terminara siendo un encuentro cuerpo a cuerpo, a golpe de bayoneta los franceses, y a machete los domi- nicanos. Dado que estos últimos eran diestros en su uso, esto determinó el combate a favor de las tropas españolas. 77 De esta forma, en cierta medida, Utrera desmeritó las habilidades militares de Juan Sánchez Ramírez. Los franceses, en el relato de Lemonnier-Delafosse, explicaban su derrota por tres factores: en primer lugar, la actitud de Ferrand de pretender encabezar HO HQIUHQWDPLHQWR FXDQGR FRPR OtGHU GHELy UHVJXDUGDU VX ÀJXUD HQ VHJXQGR lugar, la superioridad numérica dominicana y, en tercer lugar, y sobre todo, por la acción de Tomás Ramírez, encargado de la Guardia Nacional, quien al frente de doscientos jinetes, apenas iniciada la contienda, traicionó a los fran- ceses y se pasó a las tropas españolas. 78 Emilio Cordero Michel coincide con los franceses en este último punto, pero presenta dos elementos diferentes: la escogencia adecuada del lugar y la táctica de rodear con la caballería a las tropas francesas y atacarlos con armas blancas. 79 Del Monte y Tejada atribuyó a la soberbia de Ferrand la falta de prepara- ción táctica para el encuentro: «Creyendo el general Ferrand que su sola presen- cia bastaría para imponer respeto a los dominicanos, salió de Santo Domingo con quinientos hombres veteranos». Manuel Peralta iba en la vanguardia con la proclama que debió intimidar a los insurrectos. Las tropas de Sánchez Ramírez no solo hicieron caso omiso a las amenazas contenidas en la misma sino que, incluso, apresaron a Peralta. Según Del Monte y Tejada, Ferrand simplemente no prestó atención a las operaciones militares de sus oponentes. Para él, en términos numéricos, los dominicanos llevaban ventaja, pues al encuentro se presentaron 1,200 hombres, lanceros y de infantería, y 600 jinetes. 80

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3