Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III

Historia general del pueblo dominicano 71 españoles, que en sus entrañas se han hecho franceses». Defendió su impres- FLQGLELOLGDG HQ HO PRYLPLHQWR HQ FRQWUD GH ORV IUDQFHVHV DO DÀUPDU TXH ©QR hay otro que se atreva a nada». 60 Se quejó Sánchez Ramírez al decir que «últimamente ellos no cesan, to- PDQGR PHGLGDV \ ÀQJLHQGR TXH UHFLEHQ WRGRV ORV GtDV FRUUHVSRQGHQFLDV GH Europa». 61 Nuevamente se percibe el poder de la información para manejar la situación política en su provecho. Ser creíble muchas veces tenía que ver con poseer un documento escrito o, mejor aún, impreso. Los intrigantes seguro que jugaron un papel fundamental en generar la duda, allí donde no aparecía HO GRFXPHQWR OHJLWLPDGRU 6iQFKH] 5DPtUH] FRQVLGHUy TXH OD FRQÀUPDFLyQ del apoyo de Puerto Rico era imprescindible para darle fuerza al movimiento \ DXWRULGDG D VX ÀJXUD ©<R KH RIUHFLGR D ORV GH HVWD TXH OH REWHQGUHPRV \ VL QR OR YHQ YHULÀFDUVH GHVFRQÀDUiQ GHVPD\DUiQ \ YHQGUiQ ORV HQJDxRV franceses a conseguir la ruina de muchos». 62 (Q OD FDUWD 6iQFKH] 5DPtUH] DÀUPy TXH SRU LQIRUPDFLyQ GH -RVp 0RUHQR ³FDSLWiQ GH OD HPEDUFDFLyQ FRQ OD TXH ORJUy HVFULELU ÀQDOPHQWH D 0RQWHV³ que en el Sur «los ánimos están dispuestos y tomadas medidas». Explicó que VH GLULJtD DOOt SDUD XQLÀFDU HO PRYLPLHQWR FXDQGR VXSR OD RUGHQ GH FDSWXUD emitida por Ferrand contra Rendón Sarmiento, Manuel Carvajal y su per- VRQD SRU OR TXH HO HQFXHQWUR \ OD XQLÀFDFLyQ FRQ ORV FRQVSLUDGRUHV VXUHxRV QR VH SXGR YHULÀFDU (VWR WXYR FRQVHFXHQFLDV D PHGLDQR SOD]R JHQHUDQGR tensiones que no se resolvieron del todo hasta la Junta de Bondillo. A pesar GH HVR OHV GLR D ORV VXUHxRV VX YRWR GH FRQÀDQ]D ©<R QXQFD KH GXGDGR GH aquella gente». 63 En este momento, septiembre de 1808, mientras más gran- GH IXHUWH \ XQLÀFDGR SDUHFtD TXH HO PRYLPLHQWR HQFRQWUDUtD SDUWLGDULRV con más facilidad. Pidió a Puerto Rico el envío de 200 sables, armas de fuego, piedras de chispas, entre otros recursos. Pero además solicitó tropas y que estas vinieran acompañadas de su jefe militar. Comprendiendo quizás el contexto social y temas como el estatus, los rangos y el rígido escalafón social español, humil- demente planteó: yo sé bien que nunca los militares pueden gustar de someterse, aun mediando un conviene, a ningún paisano: yo no soy de los hombres orgullosos por mandar, solo miro a que salgamos con la cosa empren- dida, me apersono como interesado al bienpara, según el conocimiento local, ser útil en lo que pueda, y me conformaré en todo a las órdenes GH QXHVWUR *RELHUQR \ MDPiV KDUi LPSUHVLyQ HQ Pt HO TXH VH SUHÀHUD a cualquiera que se juzgue de más utilidad y obedecerle. 64

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3