Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III
70 La Guerra de la Reconquista pueblos, pero Santo Domingo mostró no ser el espacio de mayor arraigo para el movimiento de Reconquista: «Del ocho al once traté de sondear los iQLPRV GH DOJXQRV HVSDxROHV TXH WHQtDQ LQÁX[R HQ OD FLXGDG FRQ TXLHQHV me insinué, y, encontrándolos demasiadamente tibios, los esforcé represen- tándoles mis ideas». 55 Ese mismo día Ferrand hizo una proclama a los habitantes de la Parte Española. En ella buscaba controlar la agitación o el «huracán» que ya se encontraba en el Caribe. Reconoció que Puerto Rico se hallaba en una «fer- mentación política» que, según él, «parece nacer de algunos movimientos de discordia y de desavenencia entre los franceses y españoles en Europa». Se apoyaba en las debilidades naturales de la circulación de informaciones: «Las diferentes relaciones que han llegado a nuestra noticia acerca de aquellos acontecimientos, presentan tantas y tantas contradicciones de incoherencia y de inverosimilitud que aun la existencia de ellas es todavía, para nuestros ojos, llenos de oscuridad, casi impenetrable». De esta forma buscaba cues- WLRQDU OD ÀDELOLGDG GH ODV LQIRUPDFLRQHV H[LVWHQWHV TXH HQWRQFHV SRGUtDQ VHU consideradas rumores. Su proclama apelaba a la unidad: «franceses y españo- les todos juntos no hacemos más que un solo pueblo de hermanos y amigos». Los llamó a repudiar «las instigaciones, ya sean de fuera, ya sean del interior, TXH FRQGXFLUtDQ D VHPEUDU IXQHVWDV VHPLOODV GH GHVFRQÀDQ]D GLVFRUGLD \ GH desorden». 56 En realidad para esta fecha, y por correspondencia que Ferrand escribe a Puerto Rico, todo parece indicar que verdaderamente desconocía los últimos eventos ocurridos en España. 57 Como ya se señaló, el gobernador de Puerto Rico había tomado un dili- gente activismo, e hizo llegar a Santo Domingo, a través del capitán Bracetti, una proclama dirigida a sus habitantes en la que hacía un llamado a la lucha: «Armaos pues contra nuestros opresores, uníos a nosotros, destruid por vues- tra parte y romped las cadenas que os oprimen». 58 Según el 'LDULR , a mediados de agosto Sánchez Ramírez estaba buscando un medio para comunicarse con Toribio Montes en Puerto Rico. Luego de varios intentos fallidos, fue alre- dedor del 17 de septiembre cuando consiguió una embarcación con la que pudo enviar una comunicación a la isla vecina. Se sabe que Sánchez Ramírez HVFULELy DO JREHUQDGRU \ DO RÀFLDO GH 0D\DJH] %DOWD]DU 3DQLDJXD 6ROR VH conservó la segunda carta, en la cual se arroja luz sobre el estado del movi- miento. Sánchez Ramírez manifestó su consternación por su imposibilidad de comunicarse con la autoridad española más cercana, en este caso Puerto Rico, «porque las correspondencias que han venido, unas han sido denunciadas y quemadas antes de llegar a mis manos, y otras interceptadas por el mismo Gobierno». 59 Las denuncias de las que habló fueron hechas por «perversos
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3