Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III

68 La Guerra de la Reconquista que les faltan, de las que la generosidad de V. E. les ha ofrecido». 40 En conse- cuencia, las órdenes eran no permitir el involucramiento de haitianos pero sí recibir armas y municiones. Más adelante se atribuyó el éxito de conseguir el apoyo de los gobernantes de la Parte Oeste al decir: «me valí por medio de RÀFLRV DPLVWRVRV \ SURFODPDV GHO JHQHUDO QHJUR (QULTXH &ULVWyEDO \ GHO GH los mulatos, Alexandre Péthion, y ambos, no solo me contestaron atentamen- WH VLQR TXH SRU PL LQÁXMR IUDQTXHDURQ DOJXQDV DUPDV PXQLFLRQHV \ RWURV efectos de guerra». 41 El triunvirato enfrentó a los franceses en tres combates importantes: Malpaso, Los Conucos y Sabana Mula. El 23 de octubre el coronel Aussenac atacó con 150 hombres a los rebeldes de Ciriaco Ramírez ubicados en Sabana Mula. 42 Este ataque resultó exitoso para los franceses, pues obligó a los re- beldes a dispersarse. Pero habiendo recibido auxilios en armas del gobierno haitiano de Pétion, por medio de las gestiones de Manuel Jiménez, cambió el panorama. Con esta ayuda, y logrando reunir alrededor de mil hombres, entre ellos doscientos montados, los criollos pudieron apoderarse de Tábara y forzaron a los franceses a replegarse a Sabanabuey. 43 Según Ciriaco Ramírez, sus tropas se prepararon para atacar la villa de Azua. Los franceses, informa- dos por Agustín Batista del próximo ataque, abandonaron el poblado luego de incendiar 24 casas, por lo que el 5 de noviembre las tropas de Ramírez y Huber pudieron entrar en el mismo. L A CONSPIRACIÓN EN EL E STE : J UAN S ÁNCHEZ R AMÍREZ , PRIMEROS PASOS La rebeliónde la regiónEste estuvo encabezada por JuanSánchezRamírez, oriundo de Cotuí, pero con intereses económicos en Samaná, El Seibo e Higüey. Antonio del Monte y Tejada le atribuyó haber ocupado puestos de importancia, entre ellos la función de corregidor de su pueblo natal, 44 pero Utrera lo descar- tó. 45 Parece que por poco tiempo ocupó el puesto de comandante de armas en su natal Cotuí. Poseedor de tierras en el Este, le cabe el título de terrateniente. Lemonnier-Delafosse lo llamó un «rico hacendado». 46 'HÀQLUOR FRPR KDFHQGD - do limitaría la diversidad de papeles que desempeñó según la documentación. Se le muestra comprando y vendiendo terrenos y esclavos, como funcionario GHO JRELHUQR FRORQLDO HVSDxRO \ FRPR ÀJXUD GH SUHVWLJLR ORFDO (Q GLFLHPEUH GH 1795 apareció supervisando el inventario de las alhajas de la iglesia de Cotuí por designación del gobernador Joaquín García, a propósito de la cesión a Francia.

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