Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III
62 La Guerra de la Reconquista L A INVASIÓN NAPOLEÓNICA A E SPAÑA Y SU IMPACTO EN S ANTO D OMINGO El 2 de mayo de 1808 se produjo la rebelión del pueblo de Madrid en FRQWUD GH OD DXWRULGDG IUDQFHVD TXH GHVGH ÀQDOHV GH VH KDEtD LPSODQ - WDGR HQ (VSDxD 0HGLDQWH HO 7UDWDGR GH )RQWDLQHEOHDX ÀUPDGR HQ RFWXEUH de 1807, España y Francia habían arribado a un acuerdo que le permitió a Napoleón cruzar el territorio español para llegar a Portugal, aliada de los ingleses. El cruce de las tropas napoleónicas terminó en una ocupación de la península ibérica. El espíritu de rebelión se vio fortalecido por las abdicaciones de Bayona el 5 de mayo, día en que de forma sucesiva renunciaron al trono el rey Carlos IV y quien debía ser su sucesor Fernando VII, para dar paso al reinado del hermano de Napoleón, José Bonaparte. La asonada estimuló la formación de MXQWDV SURYLQFLDOHV GH JRELHUQR TXH UHLYLQGLFDEDQ OD ÀGHOLGDG D OD &RURQD española. Estas juntas permitieron la creación, a su vez, de una Junta Central FRPR IRUPD GH JRELHUQR DXWyQRPR SHUR ÀHO D OD PRQDUTXtD LEpULFD HQ HV - pera de la vuelta al poder de Fernando VII. Los hechos en España tuvieron su resonancia en el mundo colonial americano, en el que se replicaron las juntas. Desde España la Junta Central envió proclamas a todos los territorios americanos y las mismas llegaron a Puerto Rico y Cuba en el mes de julio de 1808, donde los gobernadores Toribio Montes y Salvador de Muro y Salazar o Marqués de Someruelos, respectivamente, las asumieron y difundieron, por lo que solo tardaron días en llegar a Santo Domingo. Aunque Ferrand hizo grandes esfuerzos para mantener las mejores re- laciones posibles con las autoridades de Cuba y Puerto Rico, entre Ferrand y Toribio Montes hubo tensión desde un inicio. Esta tirantez tuvo que ver con las acusaciones de corrupción que hizo el primero sobre la gestión del segun- do. Ferrand le denunció los que consideraba «abusos intolerables». La actitud poco receptiva de Toribio Montes cobró sentido cuando en julio de 1808 se rebeló frente a las autoridades francesas en Madrid y se sumó a la Junta de Sevilla. Más aún, Montes incautó un barco corsario francés que estaba en 3XHUWR 5LFR 6XV RÀFLDOHV IXHURQ HQYLDGRV HQ XQ EDUFR EDMR HO PDQGR GHO FDSL - tán Bracetti, quien aprovechó el viaje para entregar propaganda antifrancesa y habló públicamente del estado de rebelión en la vecina isla. 11 Bracetti llamó a los dominicanos a tomar las armas «contra el enemigo que tenéis en vues- tros hogares». 12 Entre los papeles que circularon en Santo Domingo estaban las proclamas del propio Montes y del Marqués de Someruelos, así como la *DFHWD GHO *RELHUQR GH 3XHUWR 5LFR , periódicos de La Habana y una proclama de
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