Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III

Historia general del pueblo dominicano 529 E L DESARROLLO DE LA PRENSA Y LA EXPANSIÓN DE LA ACCIÓN DE LOS LETRADOS A PARTIR DE LA FUNDACIÓN DEL E STADO DOMINICANO : LA LITERATURA POSTERGADA POR LA POLÍTICA Por lo menos desde la «España Boba», período en que alcanza su apogeo Núñez de Cáceres, el más importante de nuestros letrados ilustrados, los ju- ristas habían comenzado a sustituir a la Iglesia como formación reguladora GH OD UHODFLyQ HQWUH HO ©VDEHUª \ HO ©SRGHUª (VWD WHQGHQFLD VHUi FRQÀUPDGD bajo la Ocupación Haitiana, con el desplazamiento de la Iglesia hacia fuera del centro hegemónico que había ocupado durante poco más de tres siglos de historia colonial. De ese modo, a pesar (o más probablemente a causa ) de los numerosos incidentes que marcaron el proceso de emancipación domini- cana entre 1844 y 1874, fue precisamente el de los juristas el único sector que salió fortalecido, hasta el punto de obligar incluso a los numerosos caudillos y presidentes que abundaron en el período siguiente a intentar legitimarse PRGLÀFDQGR R HODERUDQGR ©FRQVWLWXFLRQHVª D OD PHGLGD GH VXV QHFHVLGDGHV Este mismo proceso conocieron todas las repúblicas hispanoamericanas, bajo el modelo pautado por los enciclopedistas y posteriormente asumido por la República Francesa. La participación de numerosos letrados dominicanos en puestos impor- tantes de la administración de Boyer constituyó así la mejor prueba del lugar preponderante que el nuevo orden les asignaba en la escena pública. Nótese, sin embargo, que muchos de estos letrados asimilados por Boyer habían ocu- pado cargos importantes en el período anterior. Este fue el caso de individuos como Tomás Bobadilla y Briones (1785-1871), quien había sido: «Escribano, del Rey, de 1811 a 1821; notario del Arzobispado en 1811 y secretario del mismo, de 1813 a 1822; de 1813 a 1814, secretario de la Diputación Provincial FUHDGD SRU OD &RQVWLWXFLyQ HVSDxROD GH HQ GLFLHPEUH GH RÀFLDO primero de la Tesorería General del Estado que acababa de crear el doctor Núñez de Cáceres», 31 DQWHV GH VHU QRPEUDGR HQ SRU %R\HU FRPR ÀVFDO del Tribunal de El Seibo, ocupando luego muchos otros cargos de mayor importancia, tanto en la administración haitiana como en la de los primeros gobiernos dominicanos. Tanto bajo la Ocupación Haitiana como durante la Primera y la Segunda Repúblicas, sin embargo, la participación de los letrados dominicanos en el campo de la literatura fue relativamente limitada, si se considera la forma- ción cultural que poseían los individuos que integraban ese sector. Sí hubo, entre los miembros más connotados de La Trinitaria, numerosos jóvenes

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3