Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III
Historia general del pueblo dominicano 523 mulatos, a quienes se les reconoció como ciudadanos en igualdad de derechos con los de raza negra. De esa manera, la necesidad de dominar el nuevo có- digo pudo haber contribuido a incentivar el interés del sector de los juristas dominicanos por dominar el francés. Es en este momento cuando surge, en el campo literario dominicano, una IRUPDFLyQ LQWHOHFWXDO TXH DVXPLy SRVWXUDV TXH UHÁHMDEDQ GH DOJXQD PDQHUD OD DFWLWXG SURSLD GH OD IDFFLyQ LGHQWLÀFDGD EDMR HO PRWH GH ORV DIUDQFHVDGRV la cual había continuado operando desde los días del gobierno de Ferrand en actividades relacionadas con el comercio de la caoba. Proclive al afrancesa- miento fue el poeta ya mencionado Manuel María Valencia (1810-1870), quien ÀJXUD HQWUH ORV ÀUPDQWHV GHO SODQ HODERUDGR SDUD SURFXUDU HO SURWHFWRUDGR francés una vez separados de Haití (diciembre de 1843). Se le considera como el introductor del Romanticismo tardío en el país (Penson lo llama el «último y el único verdadero poeta de la ocupación haitiana») En su juventud, ejerció como defensor público y como maestro de escuela. Posteriormente, llegó a ser secretario de Estado y juez en varias ocasiones. Luego de haber participado activamente en los acontecimientos políticos que marcaron el período de la gesta independentista, Valencia se ordenó sacerdote en 1848 y llegó a ser pá- rroco y capellán del Santuario de Nuestra Señora de la Altagracia, de Higüey, y más tarde vicario de la provincia de Santiago. Acosado por las persecuciones políticas, se trasladó en 1859 a Cuba, donde murió en el campo de batalla junto a los insurrectos de 1870. Colaboró con el régimen de Boyer, cuando fue dipu- tado en 1837, si bien luego presidió el consejo constituyente de San Cristóbal (1844) y la Suprema Corte de Justicia (1844). Un año más tarde fue nombra- do administrador general de Hacienda y, en 1846, fue nombrado ministro de Instrucción Pública. Fundó, conjuntamente con José María Serra y Félix María Del Monte, (O 'RPLQLFDQR (1845), primer periódico que vio la luz después de la Independencia. Su poesía, aunque a veces sombría y nocturna como corres- ponde al temperamento romántico, se mantuvo apegada al empleo de formas tradicionales españolas como la décima, que empleó con soltura. Hubo, no obstante, poetas que no tuvieron reparos en escribir versos en francés. Uno de estos fue Manuel Joaquín del Monte y Torralbo (1804-1875?), nacido en el exilio en Puerto Rico, donde su familia había emigrado a raíz de la primera invasión haitiana de Toussaint. Su padre, el jurisconsulto José Joaquín del Monte y Maldonado (1772-1853), que durante muchos años fue decano del Tribunal Civil de Santo Domingo, ocupó un sitial en el Senado haitiano. Como antes su padre, también Manuel Joaquín ocupó en la adminis- tración de Boyer el puesto de consejero de Estado de Haití en 1843, habiendo ejercido antes otras funciones de menor importancia. Apunta Max Henríquez
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