Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III
Historia general del pueblo dominicano 517 GLUHFWDV GH OD ,JOHVLD GHELy HQIUHQWDU QXPHURVRV HVFROORV GHVGH HO ÀQDO GHO siglo XVIII y durante casi todo el siglo XIX . Desde la llegada de los jesuitas a la isla, a mediados del siglo XVII , esta orden se había encargado de organizar la enseñanza primaria, la de humanidades y la superior 6 en la ciudad de Santo Domingo. Comenta César Nicolás Penson que: «Expulsos los jesuitas, se eri- gió en 1792 por orden del rey Carlos IV el colegio de «San Fernando», que tenía dos escuelas de primeras letras, y duró hasta la cesión a Francia». 7 En otras ciudades, como por ejemplo en Baní, existen datos de la intervención de frailes y sacerdotes franciscanos en la educación primaria durante el siglo XVII y probablemente desde mucho antes. Pero eran aquellas escuelas sumamente escasas e irregulares en su funcionamiento, y desde el principio estuvieron más orientadas hacia la conducción de las almas que a la formación académi- ca, ya que, como decía Penson: «[…] el pueblo, en todo tiempo, solo alcanza- ba, y gracias, las escuelitas de primeras letras en que era principal enseñanza el catecismo de doctrina cristiana». 8 Esta negligencia de la administración colonial en materia de educación será uno de los males congénitos que arrastrará la República Dominicana a lo largo de su historia, si se exceptúa el trabajo desarrollado por Eugenio María de Hostos y sus seguidores a partir de 1880. Este hecho es especialmente sensible en lo referente a la enseñanza de la historia. Señala Roberto Marte que: «En los años de la ocupación haitiana hubo en Santo Domingo una École Primaire, Élémentaire et Supérieure dirigida por Charles Piet («Monsieur Charles») donde se enseñaba historia sagrada, historia de Grecia e historia de Roma, pero no la historia insular, ni siquiera historia de América». 9 Asimismo observa Marte que: «en la magra educación escolar no hubo una asignatura de historia antes de la ley de enseñanza del año 1884». 10 Muy atinadamen- te señala Marte las consecuencias que tuvo este vacío de la enseñanza de la historia sobre esos primeros intentos literarios de representación del pasado histórico insular: «Solo a la luz de tan restringidas circunstancias —señala Marte— pueden entenderse los gazapos y anacronismos de los novelones de fondo histórico de Francisco Javier Angulo Guridi, /D IDQWDVPD GH +LJH\ (1857) y La campana del higo (1866)». 11 Durante la colonia, el campo de la educación pública permaneció entera- mente subsumido dentro del campo religioso. El mismo esquema fue perpe- WXDGR GXUDQWH HO JRELHUQR GH %XHQDYHQWXUD %iH] FRQ OD IXQGDFLyQ HO GH diciembre en 1852, del Colegio Nacional San Buenaventura en la capital, el primer colegio fundado en el período republicano, donde ejerció el padre Gaspar Hernández en calidad de preceptor de Matemáticas, Agrimensura y Cosmografía. Respecto a la instrucción pública en este período, Federico
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