Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III
514 Educación y cultura en el siglo XIX (1790-1880) la vecina colonia francesa de Saint-Domingue. Es, en efecto, como buen súb- dito del rey español, que Sánchez Valverde redacta este tratado que incluye XQD GHVFULSFLyQ SRUPHQRUL]DGD GH OD ÁRUD OD IDXQD \ ORV VLVWHPDV RURJUiÀFR H KLGURJUiÀFR GH OD LVOD (VSDxROD KDFLHQGR DFRSLR GH VXV OHFWXUDV HQ IUDQFpV H inglés de otros tratados similares de la época. Así, el destinatario ad hoc de este tratado no es ni de lejos el grupo de referencia inmediato de Sánchez Valverde (la sociedad culta de la Española), sino la corte del rey Carlos III de España. E DUCACIÓN Y SOCIEDAD EN LOS TIEMPOS DE LA «E SPAÑA B OBA » Desde el punto de vista cultural, no cabe duda de que los aconteci- mientos más importantes de este período fueron la efímera reapertura de la Universidad y la aparición de los primeros periódicos impresos en el país. Ambos hechos merecen ser examinados detenidamente, con el propósito de establecer algunas de sus implicaciones. Constatado el hecho de la reapertura de la Universidad en 1815, una serie de interrogantes surgen de manera inmediata: ¿Qué grado de conti- nuidad presenta dicha reapertura respecto a la anterior Universidad Santo Tomás de Aquino? ¿Quiénes eran los sujetos de la educación superior en ese período, tomando en cuenta la continuación de las prácticas esclavistas durante la España Boba? ¿Cuál era la orientación de los estudios que pre- dominaba en la universidad dominicana entre 1815 y 1823, año de su cierre GHÀQLWLYR" 9HDPRV Cerrada en 1801, a consecuencia de la salida del país de los dominicos que la regenteaban luego de la cesión a Francia de la Parte Este de la isla, la Universidad Santo Tomás de Aquino fue reabierta en 1815, al volver la colonia a la soberanía española luego de terminada la guerra contra los fran- ceses. Pero la institución que abrió sus puertas en esa fecha ya no era la misma que las había cerrado en 1801. A partir de 1815, en efecto, y hasta 1822, la Universidad no incluía en su funcionamiento académico las funciones de seminario conciliar, como en el período anterior. Incluso su rector, el doctor José Núñez de Cáceres (1772-1846), no era un miembro de la Iglesia, sino un prestigioso jurista que había desempeñado anteriormente varios cargos en la administración colonial española. Núñez de Cáceres participó en varios escenarios públicos de su época: el literario, con la publicación de fábulas de corte satírico-político que insertaba en las páginas de su periódico (O 'XHQGH ;
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