Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III

504 Avatares de la península de Samaná La Samaná Bay Company, que había tomado posesión de Samaná el 2 de febrero de 1873 e izó la bandera norteamericana y de la compañía en la ciudad y en Cayo Levantado o Banister, designó como representante en Samaná al doctor Samuel G. Owen, quien había sido miembro de la comisión de inves- tigación para indagar la situación de la anexión y había urgido al presidente Grant a que renovara el arrendamiento y la continuación de la protección de los Estados Unidos a la República Dominicana. 74 La Samaná Bay Company adquiría la absoluta soberanía de la península de Samaná e islas adyacentes, con poder para nombrar todas las autoridades en ese territorio, establecer un banco, construir ferrocarriles, canales, telégra- fo y carreteras. Para dichas construcciones podía utilizar, libre de costo, las tierras públicas y las maderas de la península. Por cada milla de ferrocarril o canal o por cada tres millas de línea de telégrafo o carretera, la compañía recibiría sin costo alguno una milla cuadrada de terreno del Estado. 75 Como retribución por los privilegios obtenidos, la compañía se obligaba a pagar la suma de ciento cincuenta mil dólares anuales durante 99 años. Entre tanto Báez había recibido de la compañía la suma de trescientos cin- cuenta mil dólares. 76 El arrendamiento duró bien poco, pues al año exacto de la toma de po- sesión de Samaná por dicha compañía, Báez renunció a la presidencia el 2 de enero de 1874. Y una de las primeras medidas adoptadas por el nuevo gobierno, presidido por Ignacio María González, fue la de rescindir el contra- to con dicha compañía el 25 de marzo de ese año. Al mismo tiempo envió a Samaná una comisión integrada por José Gabriel García, Victoriano Vicioso, Alejandro Gross y Carlos T. Nouel, para que tomaran posesión de la bahía, arriaran la bandera norteamericana y la de la Samaná Bay Company e izaran la bandera dominicana. 77 D ERROTEROS ULTERIORES HASTA EL GOBIERNO DE H EUREAUX Desde el Plan Levasseur, los intentos de arrendamiento y anexión de Santana, Cabral, Báez y de la Samaná Bay Company ocurrieron en el lapso de los primeros 30 años de la independencia de la República. Y aunque los Estados Unidos no abandonaron la idea de apoderarse de Samaná, no fue sino hasta el 1885, durante la presidencia del general Alejandro Woss y Gil, que Heureaux persuadió a este para que formulara una petición de ayuda al

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