Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III
502 Avatares de la península de Samaná Dominicana fuera incorporada a los Estados Unidos como uno de sus territo- rios, ya que el mandatario norteamericano consideraba que era una necesidad imperiosa de los Estados Unidos su expansión colonial. 65 3DUD WDO ÀQ %DEFRFN SUHSDUy GRV WUDWDGRV HO GH DQH[LyQ GH OD 5HS~EOLFD Dominicana a los Estados Unidos y el de arrendamiento de la bahía de 6DPDQi $PERV IXHURQ ÀUPDGRV SRU 5D\PRQG + 3HUU\ DJHQWH FRPHUFLDO de los Estados Unidos, y Manuel María Gautier, ministro de Relaciones Exteriores, el 29 de noviembre de 1869, los cuales fueron autorizados por el Senado dominicano el día anterior. 66 ,QPHGLDWDPHQWH ÀUPDGRV ORV WUDWDGRV %DEFRFN HQWUHJy D ODV DXWRULGDGHV dominicanas la suma de U$ 150,000 y zarpó rumbo a Samaná en compañía del general Delos B. Sackett, inspector general del ejército de los Estados Unidos, y del general Rufus Ingalls, para izar la bandera norteamericana y tomar posesión. 67 El artículo V del tratado de anexión indicaba que: «Estados Unidos pa- gará a la República Dominicana la suma de un millón quinientos mil pesos, HQ RUR GHO FXxR GH ORV (VWDGRV 8QLGRVª \ HO DUWtFXOR ; HVWDEOHFtD ©(Q FDVR de que este tratado sea rechazado, los Estados Unidos tendrán derecho a ad- quirir la península y bahía de Samaná, en cualquier tiempo antes de fenecido el término de 50 años, pagando a la República Dominicana dos millones de pesos en oro cuño de los Estados Unidos». 68 /XHJR GH OD ÀUPD GHO WUDWDGR VH LQWHQWy FRQYHQFHU D ORV QRUWHDPHULFDQRV GH TXH HO SXHEOR GRPLQLFDQR GHVHDED OD DQH[LyQ \ SDUD WDO ÀQ HO *RELHUQR convocó un plebiscito el 6 de febrero de 1870, realizado el día 19 del mismo mes, y que fue «Abrumadoramente favorable a la anexión». Posteriormente el Senado reconoció la validez del mismo. Entre tanto Báez había concertado el empréstito Harmont por el cual, como garantía de pago del préstamo, el Estado dominicano otorgaba a Edward Herzberg Harmont «una primera hipoteca sobre las minas de carbón y los bosques del Estado en la península de Samaná, al este del Gran Estero». 69 En las instrucciones que Babcock tenía del secretario de Estado Hamilton Fish, este le indicaba claramente que el agente comercial de los Estados 8QLGRV HQ 6DQWR 'RPLQJR QR ÀUPDUD QLQJ~Q WUDWDGR FRQ HO *RELHUQR GRPL - nicano hasta que el préstamo Harmont fuera legal y debidamente cancelado. Obviamente, los Estados Unidos no querían ningún tipo de gravamen sobre la península que pudiera entorpecer sus planes. Sin embargo, esta instrucción fue obviada. 70 7DQWR OD ÀUPD GHO WUDWDGR FRPR HO SOHELVFLWR HQFRQWUDURQ XQD IXHUWH oposición entre los dominicanos, siendo la más formidable la de los azules,
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