Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III

Historia general del pueblo dominicano 47 Agé llegó a la ciudad de Santo Domingo el 13 de mayo de 1800 con su ayudante y un secretario. Al saber qué era lo que le traía a ella, sus vecinos trataron de evitar que el traspaso se efectuase. Reunidas en el Ayuntamiento, 218 personas en representación de 1,336 entregaron un escrito a García en el que le solicitaron que suspendiese la cesión hasta que el Gobierno francés la autorizase. /D V~SOLFD GH ORV ÀUPDQWHV LQÁX\y HQ *DUFtD TXLHQ HQ XQD FRPXQLFDFLyQ a Roume le informó que tanto el Ayuntamiento de Santo Domingo como el Cabildo Eclesiástico y los habitantes de la villa de San Carlos, fundada por emigrantes canarios, llenos de angustia y zozobra, le habían pedido navíos para su salida de la isla. La falta de barcos evitó que se realizase la entrega. El general francés decidió esperar en la ciudad las órdenes de Toussaint, pero el pueblo demandó que se devolviese a Saint-Domingue. Acatando esa petición, García le rogó a Agé que se fuera, lo que aceptó, si bien custodiado por una escolta militar como garante de su seguridad. Cuando Roume conoció la oposición de las autoridades y moradores de la ciudad de Santo Domingo a cederle el mando de la colonia a Agé, promulgó un nuevo decreto que dejó sin efecto el de 27 de abril que per- mitía a ese general tomar posesión de la excolonia española. La anulación del decreto de abril enojó a Toussaint, quien entendió que la única manera de consumar la ocupación era con un ejército. Consecuentemente, inició los preparativos de carácter militar convencido de que los españoles se opon- drían con las armas. El 19 de diciembre, Toussaint le hizo saber a García que, en vista del ultra- je que había recibido Agé en su estadía en Santo Domingo, había decidido que una parte de su ejército se desplazase por el sur al mando del general Moyse, su sobrino, y por el norte otra comandada por su hermano Paul. Deseaba que los habitantes de Santo Domingo no ofreciesen resistencia para evitar inútiles derramamientos de sangre. $QWH HO VLOHQFLR GH *DUFtD 7RXVVDLQW OH H[SUHVy TXH D ÀQ GH FRQVHUYDU intacta la colonia, había decidido ir él mismo a ella. El gobernador español le manifestó entonces que su comportamiento violaba el acuerdo concertado entre él y Roume, o sea, la espera hasta que los comisionados Juan Bautista Oyarzábal, administrador del ingenio de Boca de Nigua —cuyos esclavos se habían sublevado el 16 de octubre de 1796— y el francés M. Roye, enviados a Madrid y París, regresaran con instrucciones. Un navío llegado a Le Cap había traído la respuesta del Gobierno francés. Era la prohibición de ocupar la antigua colonia española, pero Toussaint, que no quería que se le entregase esa resolución, se fue a Mirebalais con 4,000

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