Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III

46 El tratado de Basilea $ ÀQDOHV GH WXYR OXJDU OD SDUWLGD GH ORV PLHPEURV GH OD $XGLHQFLD de Santo Domingo. La única autoridad que quedó al frente del Gobierno fue -RDTXtQ *DUFtD HQ FRPSDxtD GH VROGDGRV \ RÀFLDOHV GH ORV TXH VROR se hallaban disponibles, pues el resto había sido dado de baja por diversas enfermedades. 42 &LQFR DxRV GHVSXpV GH OD ÀUPD GHO 7UDWDGR GH %DVLOHD WRGDYtD )UDQFLD no había podido incorporar Santo Domingo a sus dominios. Sin embargo, llegado el año 1800, todo parecía propicio para conseguirlo. El único inconve- niente era la oposición del agente Roume, quien esperaba que su gobierno le ordenase ocupar la excolonia española o que enviase a alguien para hacerlo. Toussaint Louverture, quien prácticamente se había quedado como única y máxima autoridad de la colonia francesa, deseaba un decreto del Directorio que le permitiese entrar en la parte oriental. La intransigencia de Roume y la WDUGDQ]D HQ SURGXFLUVH HVD RUGHQ OR OOHYDURQ D SUHSDUDU XQ SODQ SDUD MXVWLÀ - car su invasión de la Parte Este de la isla. Más que con su plan, la ocasión se le presentó gracias a la denuncia efec- tuada por el general republicano Pageot el 5 de julio del citado año. En un RÀFLR GH HVD PLVPD IHFKD GLULJLGR D *DUFtD 5RXPH OH H[SXVR VX LQGLJQDFLyQ porque el español había ignorado el infame comercio de esclavos que se rea- OL]DED HQWUH ODV GRV FRORQLDV 8QD SUXHED GH HVH WUiÀFR IXH TXH SDVDQGR HO JHQHUDO 0LFKHO \ RWURV RÀFLDOHV IUDQFHVHV GH OD FLXGDG GH 6DQWR 'RPLQJR D /H Cap, encontraron en el camino a tres conciudadanos negros amarrados que unos españoles intentaban vender. Irritados por ese hecho, los franceses los liberaron y condujeron a la población de Cotuí, cuyo comandante les dijo que podían llevarlos a Saint-Domingue. Toussaint, quien anhelaba muy vivamente que la cesión se llevase a efec- to para que terminase el comercio de esclavos, se mantuvo a la expectativa cuando fue informado de que los españoles estaban decididos a alzarse en ar- mas si intentaba apoderarse de la colonia. La tranquilidad de Santo Domingo dependía de su gobierno, puesto que, si proseguía la venta de negros france- ses, Toussaint no vacilaría en vengar esa afrenta. La difusión en Saint-Domingue de manera deliberada de esa venta ori- ginó una violenta reacción popular. Roume fue apresado y sufrió toda clase de vejámenes hasta que Toussaint lo rescató. En pago por haberlo liberado, el agente provisorio decretó que Toussaint había sido requerido para que en- YLDVH DO JHQHUDO $Jp D ÀQ GH DQH[DU 6DQWR 'RPLQJR D )UDQFLD (O PRYLPLHQWR popular y la prisión de Roume inducen a pensar que esos hechos fueron pro- vocados por Toussaint para poner toda la isla bajo su mandato antes que el de Francia.

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