Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III
Historia general del pueblo dominicano 163 Apoyado en esa indignación inicial, Rivière-Hérard logró movilizar un gran ejército que dividió en tres columnas. Los dominicanos conocen desde sus años escolares la historia de los primeros enfrentamientos de las armas haitianas con las improvisadas fuerzas armadas dominicanas. Estos tempra- nos combates culminaron con las batallas de Azua y Santiago, el 19 y el 30 de marzo, respectivamente. Sabemos que en Azua hubo un primer tiroteo entre las fuerzas coman- dadas por Pedro Santana y una avanzada haitiana encabezada por el coronel Vincent, la cual sufrió, al decir de Madiou, una cincuentena de bajas, entre PXHUWRV \ KHULGRV WDQWR RÀFLDOHV VXSHULRUHV FRPR VXEDOWHUQRV \ VROGDGRV LQ - cluyendo al mismo comandante Vincent. Sabemos también que las noticias de la batalla de Azua llegaron a Puerto Príncipe veinticinco horas después de su ocurrencia y que el Consejo de Secretarios de Estado dictó instrucciones para que le llevaran refuerzos a Rivière-Hérard por mar, desde Jacmel. Sabemos igualmente que la ausencia del presidente en la capital de la república haitiana creó un nuevo vacío de poder que aprovecharon nuevamente los boyeristas para atacar al presidente desde la Asamblea Constituyente que funcionaba todavía como Asamblea Nacional. Ante ese estado de agitación, el Consejo de Secretarios de Estado, aten- GLHQGR XQD SHWLFLyQ GH XQ QXWULGR JUXSR GH RÀFLDOHV PLOLWDUHV VXSHULRUHV decidió entonces disolver la Asamblea para eliminar ese foco de oposición, lo cual fue ejecutado el 31 de marzo, al otro día de la batalla de Santiago. Lo mismo ocurrió con el concejo de la municipalidad de Puerto Príncipe, otro foco de agitación política. En Santiago, entretanto, en la tarde del 30 de marzo, cuando el general Louis Pierrot pidió tregua para recoger los numerosos heridos y muertos que cayeron en la larga batalla de ese día, los dominicanos le mostraron una hoja de propaganda forjada en Santo Domingo en la que se decía que Rivière- +pUDUG HUD XQR GH ORV RÀFLDOHV KDLWLDQRV TXH KDEtD VLGR KHULGR R PXHUWR HQ Azua. Al leer esta noticia, Pierrot levantó el campo esa misma noche y se retiró apresuradamente con su ejército hacia su sede en Cabo Haitiano, en donde se enteró de que Rivière-Hérard seguía en Azua a la cabeza de un ejército al cual le escaseaba cada día la comida y le desertaban continuamente los conscriptos campesinos que no veían razón para mantenerse en campaña en la parte dominicana. 29 En vano se esmeraba el gabinete de Rivière-Hérard por enviarle refuer- zos materiales y humanos, pues el partido boyerista, encabezado por los her- manos Ardouin, continuaba su agitación, lo que provocó que ambos fueran
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