Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III

Historia general del pueblo dominicano 159 Levasseur cuidaba e impulsaba los intereses de Francia excediéndose a veces en sus iniciativas, como ocurría con las negociaciones simultáneas que celebraba con funcionarios haitianos y conspiradores dominicanos para obte- ner de cualquiera de los dos lados la concesión de Samaná a cambio de poco. Barrot se dejó ganar por las ideas de Levasseur, pues muy pronto en- WHQGLy TXH +DLWt QR WHQtD UHFXUVRV VXÀFLHQWHV SDUD SDJDU VX GHXGD D )UDQFLD Levasseur había estado negociando con dominicanos y haitianos un plan para que Haití consintiera en pagar la deuda en especie, y había llegado a mencionar tres posibilidades: la cesión de la península y bahía de Samaná, la explotación de los bosques de caoba de la isla Gonave, o la cesión de una mina de cobre que decían existía en las cercanías de San Cristóbal. No se puede entender claramente la independencia dominicana de Haití sin estudiar el papel jugado por estos funcionarios franceses, incluido el nuevo cónsul de Francia en Santo Domingo llegado a esta ciudad en enero de 1844. Por ello es importante conocer las negociaciones que tenían lugar en Puerto Príncipe para ceder a Francia la bahía y península de Samaná a cambio de su protección militar y política para asegurar la separación de Haití. Gran parte de la documentación relativa a esas negociaciones ha sido publicada en varios volúmenes que contienen la correspondencia de los cónsules franceses con su gobierno en París y con los protagonistas dominicanos para ejecutar el esquema que hoy se conoce como el «Plan Levasseur». 22 *** Los historiadores dominicanos generalmente presentan la separación de Haití de la parte oriental de la isla y la creación de la República Dominicana, en 1844, como si este fuese un proceso puramente endógeno, pero lo cierto es que la independencia dominicana tuvo lugar en medio de la profunda crisis política que se desató en Haití a raíz del derrocamiento de Boyer. Aquella fue también una crisis constitucional, pues tan pronto los haitianos tuvieron que confrontar la necesidad de llenar el vacío dejado por el régimen de Boyer, se lanzaron a redactar una nueva Constitución que debía establecer el marco legal para la construcción de un régimen liberal en Haití. Los debates de la Asamblea Constituyente haitiana comenzaron el 18 de septiembre de 1843 y concluyeron con la promulgación de la nueva Constitución el 31 de diciembre de ese mismo año. Durante esos cuatro meses, tanto la ciudad de Puerto Príncipe, como Cabo Haitiano, Jacmel y Les Cayes, así como otros centros poblados de cierta importancia, estuvieron envueltos no solamente en los debates constitucionales, sino también en un clima de

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