Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III

142 La dominación haitiana El desmantelamiento del sistema de plantaciones fue más temprano e intenso en el sur de Haití. En esa región muchas de las antiguas plantaciones francesas fueron parceladas por orden del presidente mulato Alexandre Pétion y entregadas a los libertos con el objetivo de obtener la lealtad política de las masas negras. A Pétion y a su gobierno les resultaba mucho más fácil mantener la paz donde la mayor parte de la población fuera propietaria y libre que en donde estuviera sometida a la servidumbre. De ahí que, además del ejército y de los grandes propietarios, también la casi totalidad de los antiguos trabajado- res de las plantaciones recibieron parcelas en donde podían dedicarse a cultivar lo que se les antojara como cultivadores libres sin tener que estar vigilados por los antiguos «inspectores de cultivos» de los días de Dessalines. Desde temprano, pues, en el sur de Haití la economía descansaba en dos formas diferentes de tenencia y de explotación de la tierra: la gran propiedad y el minifundio. En aquella región la mayor parte de los poseedores de pe- queños predios empezaron a sustituir los cultivos de exportación por cultivos de subsistencia, puesto que para ellos era preferible cosechar víveres para su alimentación que cultivar caña de azúcar, algodón o cacao, productos que requerían complejos procesos de preparación para su comercialización. 3RU WRGR HOOR OD SURGXFFLyQ H[SRUWDEOH TXH UHQGtD EHQHÀFLRV HQ PHWiOLFRV al Estado empezó a decaer gradualmente a medida que las antiguas planta- ciones fueron dando paso a pequeños conucos en donde se cultivaba para la alimentación de las familias o donde simplemente no se cultivaba nada, puesto que nadie obligaba a nadie a trabajar su propia tierra. Otro resultado fue la carencia de mano de obra para mantener la produc- ción de las grandes plantaciones en los niveles anteriores, pues bajo Pétion, con todo el mundo como propietario, era difícil encontrar quien quisiera ser- vir de peón a los grandes terratenientes que quisieran mantener sus unidades cultivadas de caña de azúcar, café, algodón o cacao. De todos estos cultivos el que más sufrió fue el de la caña, tanto que para 1818, cuando Pétion murió, la producción había caído a poco menos de dos mil toneladas contra unas 30,000 en tiempos de Toussaint. El añil, que requería una gran cantidad de mano de obra, dejó de cultivarse totalmente y el algodón bajó al cinco por ciento de la producción de 1789, que alcanzaba los cinco millones de libras. En ese proceso de decadencia solamente el café logró evitar la ruina total del país, pues el decrecimiento de la producción fue mucho más lento y toda- vía en 1818 se recogía un tercio de la producción original. Gracias al fomento que hizo el Gobierno en los años siguientes para el cultivo de este grano, Haití logró aumentar su exportación posteriormente.

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