Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III
Historia general del pueblo dominicano 135 HVWDEOHFHUtDQ DOLDQ]DV FRQ RWUDV QDFLRQHV \ VH DMXVWDUtDQ WUDWDGRV HQ EHQHÀFLR del país. La Declaratoria concluyó demandando de España el reconocimiento de la independencia, pero si la impugnaba o estorbaba por cualquier vía los dominicanos la defenderían a costa de sus vidas. El siguiente paso consistió en dar a la publicidad el Acta Constitutiva del Gobierno Provisional, la cual constaba de 39 artículos. En ella se acordó FRQIHGHUDU HO ÁDPDQWH (VWDGR FRQ OD *UDQ &RORPELD D FX\R HIHFWR VH HQYLDUtD XQ HPLVDULR FHUFD GH %ROtYDU 2WUR DFXHUGR IXH OD ÀUPD GH XQ HYHQWXDO WUDWDGR de paz, comercio y alianza con Haití. Los poderes del Estado se dividieron en Ejecutivo y Legislativo, se garantizaron los derechos de los ciudadanos, se estableció un tribunal de apelación y se abolió la Constitución española. 8Q PDQLÀHVWR GHO GH HQHUR GH DFODUy TXH OD SURFODPDFLyQ GHO Estado Independiente de Haití Español, junto con los motivos señalados en la Declaratoria, tenía por objeto salir al encuentro de los movimientos de %HOHU 0RQWH &ULVWL \ 'DMDEyQ D ÀQ GH FRQMXUDU OD ©QXHYD IXULRVD WHPSHVWDG que reventó en aquellos lugares» y que en breve se hubiera extendido hasta la capital. El 23 de diciembre, La Concordia , diario histórico, político y literario hai- tiano se hizo eco de la independencia proclamada por Núñez de Cáceres sin poder ocultar la reacción que produjo en el entorno de Boyer. Después de informar equivocadamente que la nueva nación había sido bautizada con el nombre de República Dominicana, anunció que los dominicanos enviarían dos diputados a Colombia para comunicar a Bolívar su deseo de confederarse FRQ HVH SDtV PLHQWUDV RWURV GRV VH WUDVODGDUtDQ D +DLWt SDUD ÀUPDU HO WUDWDGR LQGLFDGR HQ HO $FWD &RQVWLWXWLYD (O GLDULR VH SUHJXQWy TXp DÀQLGDG SRGtD existir entre dominicanos y colombianos cuando la diferencia de costumbres de unos y otros era tan notoria. En cambio, el hecho de compartir la isla y las mismas necesidades ligaban a los haitianos con sus vecinos. En acatamiento a lo acordado en dicha Acta, Núñez de Cáceres despachó para Venezuela a Antonio María Pineda, uno de los miembros de su partido, D ÀQ GH GLOLJHQFLDU OD LQFRUSRUDFLyQ GHO QXHYR (VWDGR D OD *UDQ &RORPELD pero el Libertador estaba ausente de Caracas y ni el vicepresidente Francisco de Paula Santander ni el comandante militar de la ciudad, José Antonio Páez, le prestaron atención. Más tarde, en una carta a Santander, Bolívar expresaría que, aunque no se debía abandonar a los que lo proclamaban, la isla de Santo Domingo podría traerle alguna ventaja si se le hablaba con franqueza, aunque sin comprometerse a nada con ella, agregando: «Enfrente tenemos las ricas islas españolas que nunca serán más que enemigas [...] porque nos proclaman y las abandono a su triste destino». 16
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