Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III
130 El efímero primer Estado autónomo desobedecido cuando le ordenó que regresase de Haití, a donde lo había en- viado como vicario a solicitud de las autoridades de ese país. La suspensión a divinis GH 3LFKDUGR PRWLYy TXH FLUFXODVH SRU OD FDSLWDO XQ SDQÁHWR DQyQLPR titulado 'HVFXEUH VHFUHWRV en el que se acusó al prelado de ejercer su ministerio despóticamente. El incidente trascendió a las páginas de (O 'XHQGH , periódico fundado por Núñez de Cáceres, y de (O 7HOpJUDIR &RQVWLWXFLRQDO , órgano del Gobierno de la colonia dirigido por Antonio María Pineda. A la par que liberales y conservadores contendían verbalmente, otros importantes sucesos empezaban a gestarse en Santo Domingo como resul- WDGR HQ JUDQ PHGLGD GH OD XQLÀFDFLyQ GH +DLWt HQ XQ VROR (VWDGR (Q HVRV momentos, la colonia se hallaba sumida en una severa crisis económica ante la indiferencia de la monarquía española, dedicada a combatir la insurgencia en sus territorios ultramarinos. Los 10,000 pesos que Kindelán había traído de Cuba ni siquiera bastaban para cubrir los sueldos de los militares y em- pleados públicos y, aunque trató de paliar la situación con una nueva emisión de papel moneda, sus efectos fueron peores que la realizada por Núñez de Cáceres. En lo concerniente al plano internacional, corsarios sudamericanos al VHUYLFLR GH %ROtYDU PHURGHDEDQ ODV DJXDV GHO &DULEH D ÀQ GH DWDFDU ORV QDYtRV españoles que navegaban por ellas. El rey había ordenado que se vigilasen las costas sur y este de la colonia, pero esa medida costaba dinero y la hacienda estaba exhausta. A todo eso se añadían los rumores de que vecinos de la capital, inconfor- mes con el incumplimiento de las promesas anunciadas por Sánchez Ramírez y alentados por los movimientos rebeldes de las otras regiones de América, proyectaban un golpe de Estado para proclamar la independencia de la colo- nia. Una carta subversiva redactada en Caracas instaba a los dominicanos a sacudirse el yugo español. 11 El descontento, si bien general, era más agudo entre la clase dominan- te, inclinada hacia la independencia no tanto por sentimientos nacionalistas como por su deseo de preservar sus intereses, convencida de que muy pronto se produciría el cese de la soberanía española en la colonia. Con ese objetivo, VH SHUÀOy OD FRQVSLUDFLyQ TXH 1~xH] GH &iFHUHV HQ FRQQLYHQFLD FRQ ORV GL - putados de la Asamblea Provincial, venía preparando desde meses atrás. En OD SULPDYHUD GH IXQFLRQDULRV GHO *RELHUQR \ RÀFLDOHV KDEtDQ LQWHQWDGR separarse de España, pero las prevenciones de Kindelán y una delación que implicaba en el complot a Antonio Martínez Valdés, uno de los diputados, les impidieron llevar a cabo su propósito. Así las cosas, en mayo de dicho año llegó a Santo Domingo el sustituto de Kindelán, Pascual Real, quien en autos de lo que ocurría maniobró hábilmente
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