Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III
Historia general del pueblo dominicano 127 emisión de papel moneda a sabiendas de su inutilidad, pues se devaluó en un setenta y cinco por ciento al poco tiempo de entrar en circulación. Las resoluciones de la Constitución de Cádiz apenas tuvieron aplicación efectiva en Santo Domingo, donde las tensiones sociales y raciales, en lugar de disminuir, recrudecieron a causa de lo dispuesto en su artículo 4, título II, el cual equiparaba a los criollos blancos americanos y a los nativos de España en igual- dad de derechos, pero excluía a los descendientes de esclavos. La Constitución KDEtD SURKLELGR DGHPiV HO WUiÀFR GH QHJURV VLQ DEROLU OD HVFODYLWXG Expresión del malestar existente en la colonia a causa de esa discrimi- nación fue la intriga de carácter sedicioso que estuvo a punto de concretarse en un levantamiento armado la noche del 16 al 17 de agosto de 1812 y que, como en las ocasiones anteriores, quedó ahogada gracias a una delación. Los conjurados eran todos gente de color que habían decidido concentrarse en el paraje de Mojarra para desde él marchar sobre la capital y unir la colonia a la República de Haití. Sus cabecillas murieron en el patíbulo. En la convocatoria para la elección de diputados a las primeras Cortes or- dinarias fue seleccionado sin ningún obstáculo Francisco Javier Caro, pero no ocurrió igual en la siguiente. Su vencedor, el maestrescuela Manuel Márquez, tropezó con la oposición del deán José Gabriel Aybar, quien adujo que se había violado el artículo noveno de la Constitución, el cual expresaba que nin- gún empleado de la administración podía ser diputado y Márquez disfrutaba de un cargo. La polémica que se desató entre uno y otro alcanzó tal virulencia que fue precisa la intervención de las autoridades civiles. 7 L A REACCIÓN ABSOLUTISTA EN E SPAÑA Y S ANTO D OMINGO Mientras el clero de Santo Domingo se enzarzaba en disputas, los acon- tecimientos se precipitaron en España. La guerra con Francia concluyó en di- ciembre de 1813 en virtud del Tratado de Valençay, mediante el cual Napoleón le devolvió la corona a Fernando VII. En marzo del año siguiente regresó a la Península y el 4 de mayo derogó la Constitución, disolvió las Cortes y restable- FLy HO 7ULEXQDO GHO 6DQWR 2ÀFLR (Q 6DQWR 'RPLQJR ORV DGHSWRV DO DEVROXWLVPR recibieron alborozados la noticia. Al saludar el retorno del rey, el arzobispo 9DUHOD DXJXUy OD GHVDSDULFLyQ GH WRGRV ORV PDOHV TXH DÁLJtDQ DO VREHUDQR HQ tanto el Cabildo de la capital sugirió que la victoria española fuese conmemora- GD FDGD DxR RÀFLDOPHQWH $ FRUR FRQ DPERV HO JREHUQDGRU 8UUXWLD UHDVXPLy OD
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