Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III

Historia general del pueblo dominicano 111 Durante la administración de Sebastián Kindelán y Oregón «la situación internacional en esos momentos se había complicado y desde hacía bastante tiempo rondaban las aguas dominicanas corsarios sudamericanos al servicio de Simón Bolívar buscando hacer daño a la navegación española en el Caribe. La Corona había ordenado la movilización militar de Santo Domingo para mantener una estricta vigilancia en las costas del sur y del este de la isla, en donde además de los corsarios transitaban contrabandistas que venían a ne- gociar con los necesitados vecinos de la colonia. Esas movilizaciones costaban dinero y no había con qué pagar a los militares». 39 Algunos corsarios fueron difusores de las ideas liberales que prosperaban entre los independentistas iberoamericanos en la coyuntura revolucionaria de SRU HVR VH DÀUPD TXH ©/D SUy[LPD YLFWRULD GH ORV LQGHSHQGHQWLVWDV en Sudamérica y la extensión de las actividades de los corsarios de esos movi- mientos incitaban a diversas poblaciones del país a rebelarse y expandían las ideas liberales e independentistas». 40 En noviembre de 1821, el corsario sudamericano comodoro Aury instó en Monte Cristi a que se proclamara la independencia, separándose de España y uniéndose a la Gran Colombia, en el mismo sentido que Núñez de Cáceres lo hacía en Santo Domingo capital. 41 A GUDIZACIÓN DE LA CONCIENCIA CRIOLLA A pesar de los prejuicios sociales y raciales de la época, surgieron mues- tras de una cierta integración social y racial en la colonia, como una mani- festación de agudización de la conciencia criolla en ese período. La sociedad colonial de Santo Domingo aceptaba mulatos y negros en puestos directivos, manifestación típica de este territorio. Así, por ejemplo, dentro del Batallón Fijo de Santo Domingo había un batallón conformado por morenos (antiguos HVFODYRV R QHJURV OLEUHV \ SDUGRV OLEUHV PXODWRV FRPDQGDGR SRU XQ RÀ - cial llamado Pablo Alí (de origen haitiano o de la antigua colonia de Saint- Domingue, como antes lo habían sido Jean François, Biassou y Toussaint), lo que evidencia un cierto grado de integración racial y social prácticamente inconcebible en las otras Antillas españolas . Pablo Alí, quien también dirigió sus tropas en la Independencia Efímera, apoyando a Núñez de Cáceres, co- mandó en 1844 al Batallón Africano en la Independencia Nacional. 42

RkJQdWJsaXNoZXIy MzI0Njc3