Historia General del Pueblo Dominicano Tomo III
108 Retorno de España inicios del siglo XVII \D TXH OD UHDO KDFLHQGD GH OD LVOD HUD GHÀFLWDULD 3HUR WDOHV remesas no llegaban con regularidad y su monto mermó sustancialmente; de hecho, la situación se agravó en el período de referencia, pues solo llegó dos veces en un lapso de doce años. La ausencia de dinero metálico condujo a una crisis en las relaciones comerciales, al extremo de que la población tuvo que acudir al trueque, lo que prácticamente paralizó el reducido mercado interno y la mayor parte del proceso productivo. 29 Las precariedades del comercio resultaban tan grandes que los campesinos que traían sus mercancías a vender a la capital tenían que ser acompañados de los alcaldes barriales para impedir aglomeraciones y RWUDV GLÀFXOWDGHV WtSLFDV GHO FRPHUFLR 30 Lo anterior obligó a José Núñez de Cáceres y Albor, en 1812, a recomen- dar la emisión de papel moneda para tratar de resolver la crisis económica, lo que provocó un agudo proceso devaluatorio. En efecto, la falta de envío del situado condujo a que los miembros de la Junta de Real Hacienda en Santo Domingo acordaran, el 29 de octubre de 1812, realizar una emisión de treinta mil pesos en monedas de cobre, las cuales circularon con los billetes emitidos por esa entidad en virtud de una resolución del 9 de septiembre de 1812 que había autorizado una emisión de cien mil pesos en papel moneda, de los cua- les se restaría el monto de las monedas de cobre. Las monedas acuñadas eran GH XQ FXDUWR GH UHDO \ HPSH]DURQ D FLUFXODU HO GH QRYLHPEUH GH (Q total se acuñaron 16,916.60 pesos de los 30,000 acordados. 31 En 1813, durante el gobierno de Carlos Urrutia y Matos, los militares, frente a la alta devaluación del papel moneda, exigieron que se les pagara en metálico, lo que obligó a que se emitieran más monedas de cobre para VXVWLWXLU HO SDSHO PRQHGD (VWDV GLÀFXOWDGHV IXHURQ GHVFULWDV SRU -RVp 0DUtD Morillas en comentarios que aparecen en el apéndice de la obra del historia- dor Antonio del Monte y Tejada. 32 N I RECONOCIMIENTO NI RANGOS A LOS VETERANOS DE LA R ECONQUISTA Otro motivo de descontento de los domínico-españoles fue la demo- ra en hacer un justo reconocimiento y otorgar paga a los veteranos de la Reincorporación a España, ni siquiera fueron distribuidas las medallas alusivas a la batalla de Palo Hincado que debieron realizarse como condecoraciones. 33 Estos nunca llegaron. Quizás el único homenaje recibido por estos soldados fue el romance escrito por José Núñez de Cáceres y Albor en su honor. 34
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